viernes, 6 de enero de 2012

Annus horribilis, annus mirabilis

La expresión latina "annus horribilis", cuya procedencia exacta ignoro, suele aplicarse hacia atrás, para explicar el año ya transcurrido. Y sí, 2011 ha sido un año horrible. Pero quiero usar la expresión "annus horribilis" para referirme a lo que nos espera. 2012 en elcalendario maya es el año del fin del mundo. Como con atino afirma mi estimado tío Roman (así, con fuerza de voz en la primera sílaba, como Roman Polansky), que los mayas hayan predicho el fin del mundo para 2012 es cosa bastante absurda y extemporánea, porque el mundo de los mayas fue destruido hace ya mucho tiempo; los mayas, como tantas otras civilizaciones y subcivilizaciones ya han padecido su propio apocalipsis. La industria del cine norteamericano siempre concibe el apocalipsis ubicado en su propio territorio. Los extraterrestres visitan su suelo, las tormentas catastróficas inundan Nueva York, los huracanes, los virus incontrolados, los zombis, cualquier imaginaria plaga apocalíptica siente una curiosa querencia por la tierra yanqui. Los "americanos" padecen un extraño egocentrismo catastrófico. Ya sé que es una trivialización, una barbaridad, un desatino, qué sé yo, una majadería moral, una inconsciencia, pero a mí me gustaría que este 2012 fuera el año del Apocalipsis. El resto de las naciones, igual que EE UU, padecemos idéntico egocentrismo. El egocentrismo patrio asienta su génesis en una condición específica. Es la especie la que es sustancial y genéticamente egoísta, y ese egoísmo es proyectado a núcleos cada vez más abiertos: yo, mi familia, mi clan, mi tribu, mi país, mi continente, mi especie. Y desdeñamos, comportándonos como auténticos subnormales, al resto de especies que habitan el planeta. Ahora nos preocupa nuestra mierda de crisis.



Excurso I: la crisis debería afectar prevalentemente a los más codiciosos, a los más ricos (no tengo miedo a caer en generalizaciones, por mucho que a alguien le parezca un juicio de categoría demagógica). Querría que financieros, banqueros, especuladores, grandes industriales contaminadores, prebostes de la política, influyentes hombres de la Plutocracia Universal fueran todos sometidos a la crisis, hasta caer a lo más bajo, hasta despeñarse desde su altura de oro y algodones intangible hasta las ciénagas del sufrimiento y la necesidad, cual condena bíblica cumplida. Que padecieran las miserias de ese segundo mundo, tercero y cuarto que ellos propician, sostienen y controlan. Son muchas las vejaciones a que someten a sus semejantes. Ezra Pound estaría de acuerdo con nosotros,

[...]con usura,
pecado contra la naturaleza,
es tu pan para siempre harapiento,
seco como papel, sin trigo de montaña,
sin la fuerte harina.
Con usura se hincha la línea
con usura nada está en su sitio (no hay límites precisos)
y nadie encuentra un lugar para su casa.
El picapedrero es apartado de la piedra
el tejedor es apartado del telar
con usura
no llega lana al mercado
no vale nada la oveja con usura.
Usura es un parásito
mella la aguja en manos de la doncella
y paraliza el talento del que hila[...]


Excurso II: La masa 15 M, Occupy Wall Street, etc. parece reclamar simplemente "y qué hay de lo mío". Son imbricaciones imperfectas del sistema contra el que arremeten, aspiran a transformarse en los que citamos en el Excurso I, o al menos a petenecer a sus favorecidos. La transformación necesaria sería otra: Se precisan brotes, resortes, concepciones de una imaginación no secuancial, caótica, posiblemente cuántica, un pensamiento fractal que dé como resultado un mundo no guiado (menos aún por sistemas estables o inestables). Es tal vez el único camino para que encuentren vías de solución los problemas de desigualdad material -hambre, injusticia, sometimiento, incultura, esclavitud, vicio, violencia...- (la desigualdad material es favorecida por sistemas que fuerzan igualdades mercantiles y monetarias en beneficio de estructuras de poder-guía). Ha de pasarse del pensamiento específico (propio de nuestra especie, me refiero) -egocéntrico-lineal-ordenado-estable/inestable-racional/irracional- a un pensamiento inespecífico (no propio de la especie pero tal vez espontaneidad evolutiva deseable) -altruista-caótico-. Lo demás, cuentos chinos o intentos de toma de Bastilla.
-¡Cuántas cosas hemos visto este caballero y yo, eh, sir John!; ¿digo bien?
-Cuando oímos las campanas a medianoche, maese Shallow.
-Las oímos, las oímos, a fe, sir John, que sí. ¡Ay, Jesús, Jesús, las cosas que hemos visto! ¡Qué locos días aquellos! ¡Cuántos de nuestros queridos y viejos conocidos han muerto!... Todos morirán.
Variación sobre texto de Campanadas a medianoche


La lógica darwiniana se podría invertir para que prosperasen, por azar de un misterioso apocalipsis, los genes altruistas de la especie. Ya sé, fabulación, utopía, genética ficción.
No será este año, pero si algún día se diera ese final abrupto, visible, percibido en tiempo sincrónico y personal de manera consciente por alguno de nosotros, Joachim, pasaría de ser "annus horribilis" a "annus mirabilis" (expresión gozosa que da origen, al parecer, a su contrario adverso; todo es vanidad de vanidades, pero también todo es un enredo de idas y venidas, sentidos y sinsentidos).