lunes, 31 de julio de 2023

Relatos para una novela coral: La saga del frijol (introducción)


He aquí la introducción y el planteamiento de una serie de Relatos que irán conformando una gran novela coral titulada La saga del frijol. Comencé este libro hace cerca de 20 años. Mi padre vivía, mi madre, gran depositaria del pasado familiar, con una portentosa memoria, accedió solícita a mi petición de contarme todas las historias que pudiera sobre nuestro pasado intrahistórico; mi padre, sin embargo, con colmillos más afilados y una lógica prevención intelectual, quiso que, antes de soltarme ninguna información susceptible de ser «caricaturizada», le pasara parte de lo escrito. Después, decidiría si darme o no un enorme caudal de memoria escrita de su puño y letra en interminables cuadernos —mi progenitor, con un potente caletre para procesar datos, pero con menos memoria que su esposa, lo traspasaba todo al papel—. Le di unas primeras páginas. El resultado fue cerrar con siete candados el arcón familiar, las gavetas de sus cuadernillos, y tirar las llaves al río. Mi madre le insistía, «papito, dale a tu hijo esos cuadernos para que escriba la historia de la familia»; además de madre, lo que significa confiada en su prole, albergaba mucho de infantil candidez; mi padre, Ysidro, sin negarse de un modo explícito, daba por clausurada cualquier colaboración conmigo a través de un impenetrable silencio.

Fotograma de la magnífica película Roma (2018), de Alfonso Cuarón

A pesar de esto, aprovechaba ciertos viajes con mi mujer e hijos desde Oviedo, donde vivíamos, a Madrid, de visita a nuestras familias, para sentarme en las sobremesas, accionar la grabación en mi teléfono y preservar larguísimos minutos de conversación sobre el pasado. Horas, de hecho. Nada comprometedor salía de labios de mi padre, o casi nada.


Nos encontramos pues ante lo más parecido a una novela por entregas.


Frente al vertiginoso transcurrir de imágenes, microvídeos, ofertas incesantes de youtuberos, retazos de opinión, ocurrencias vertiginosas, prisas, inquietud, irreflexión, se presiente un seguimiento inconstante y exiguo de estos relatos. ¿Con cuánto debe un autor sin fama conformarse? Con una piña de amigos, familia y una decena más.


Si estás interesado o interesada en recibir la notificación de cada nueva entrega, puedes darme tu correo electrónico (en la columna izquierda y arriba en este blog); crearé una lista y me acordaré cada vez que añada un relato o fragmento de La saga del frijol para enviar anónimamente el recordatorio. ¡Por favor, no os abalancéis los miles de interesados hasta saturarme el correo! Ja.
Gracias

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